Jeffrey Mayi es un hombre estadounidense de casi dos metros de altura que llevaba 10 años sin ver a su madre (ella vive en Gabón, África) hasta que su hermano, al que tampoco veía desde hacía cuatro, le preparó esta sorpresa.
Primero Jeffrey se reencuentra con su hermano y estalla de alegría al verlo, pero cuando ve a su madre, el llanto se apodera de él.
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