Los vecinos de un barrio de la ciudad de Nanchang, en la provincia de Jiangxi, al sudeste de China fueron testigos de un dramático momento. Un niño quedó atrapado en los barrotes de una ventana por su cabeza y un brazo, mientras todo su cuerpo estaba colgando del cuarto piso del edificio donde vive.
Al parecer, el pequeño se había quedado sólo en casa en el momento del incidente, mientras su abuela hacía unos recados. La desesperada situación obligaron a los vecinos a ayudar como podía, pusieron una manta por si se caía y algunos intentaron abrir la puerta del domicilio.
Un hombre escaló por las ventanas del edificio hasta llegar a donde se encontraba el pequeño. No logró rescatarlo, pero evitó que se cayera al vacío. Otro rato más tarde, los vecinos que se encontraban forzando la puerta, entraron en la casa y consiguieron salvar al niño.
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