Después de una denuncia anónima, el programa La Gabbia, del canal italiano La 7, realizó una investigación y publicó las andanzas de un sacerdote en clubs nocturnos. El periodista Silvio Schembri entró en diferentes clubs de alterne del norte de Italia con una cámara oculta bajo la ropa y grabó conversaciones con el párroco hablando con él como si fuese un cliente más.
El sacerdote le contó que accede a zonas privadas con las mujeres, le dan masajes y acaban en felación. El cura también le contó que suele visitar páginas para adultos y que en una noche estuvo con cinco mujeres durante una hora y media, por la que pagó unos 535 euros.
Al periodista también le contó que usa el hábito cuando sale de noche para imponer respeto: »Nadie se mete conmigo porque aquí te encuentras con gente casada y prometida. Si vienen a decirme algo, les digo que los conozco y que se lo voy a decir a su mujer. Yo luego me confieso».
La noche no acabó en ese local. El párroco se fue a otro club al que también le acompañó el periodista. »Vengo siempre porque hay mujeres muy bellas y es dónde menos dinero se gasta», dijo cuando entraron en el segundo local.
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