Una pequeña perra llamada Emma, mezcla de Shih Tzu, ha sido sacrificada en Chesterfield, Virginia porque el último deseo de su dueña era ser enterrada con ella.
El animal estaba completamente sano, no tenía ninguna enfermedad grave e incluso una protectora se ofreció para hacerse cargo de él, pero finalmente no han podido salvarle la vida.
»Sugerimos que podrían entregar a la perra ya que fácilmente le encontraríamos un nuevo hogar», ha explicado Carrie Jones, gerente de la Oficina de Animales de Chesterfield.
Tras sacrificar al perro, trasladaron su cuerpo a un crematorio para mascotas de la ciudad. Introdujeron sus cenizas en una urna y esta en el ataúd de su dueña.
Según explican en la CNN, estos enterramientos son legales en Virginia. Ocurrió el pasado 22 de marzo y es ahora cuando ha salido el caso a la luz.
(Vía)
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