Un conductor de 25 años fue captado en vídeo como chocó con su coche y después dio siete vueltas de campana cerca de Zhongshan, en China. En la tercera vuelta el joven salió despedido por el parabrisas y aterrizó en el capó de otro vehículo con su cara llena de sangre.
Afortunadamente las heridas no fueron mortales, pero el joven se encuentra en cuidados intensivos.