Christopher Precopia es un joven de 21 año de edad de Texas que se ha librado de una posible condena de 99 años de prisión gracias a un selfie que se hizo con su familia y publicó en las redes sociales. Le sirvió de prueba para demostrar que era inocente del cargo que se le imputaba: Allanamiento de la casa de su ex pareja para robarle con violencia.
Christopher fue detenido en septiembre de 2017 cuando estaba en su trabajo en un almacén de madera de Georgetown. El chaval no entendía el motivo del arresto. Pasó un día en prisión y fue liberado cuando su familia pagó 150.000 dólares de fianza. Una ex novia del instituto lo denunció afirmando que entró en su casa en Temple y que la agredió con un cutter, dejándole una marca en el pecho con forma de X.
Pero la noche de ese supuesto ataque, el joven se encontraba con su familia a más de 100 kilómetros de la vivienda de la chica, tal y como demuestra en un selfie que se hizo y publicó en sus redes sociales. Aún sabiéndolo, la Policía lo mantuvo bajo arresto.
Christopher con su madre
La joven acabó admitiendo que mintió y que lo denunció porque en su día mantuvo con él una relación complicada. El pasado mes de junio al joven se le retiraron todos los cargos y ahora la familia se plantea emprender acciones legales contra ella.
(Vía)
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