Mark Cropp es un chico neozelandés cuyo objetivo es conseguir un trabajo y ayudar así a su familia, pero el tatuaje que le tapa la mitad de su cara no se lo pone fácil. El tatuaje dice »Devast8» (devastado, en castellano) y el joven entiende que esto pueda resultar desagradable para las empresas, pero él dice que esto no debe poner en cuestión sus ganas de trabajar.
El joven explicó que se hizo el tatuaje hace unos meses en una celda de la prisión de Christchurch, en Nueva Zelanda. »Estaba borracho y me dejé hacer y ahora es imposible quitárselo, pero no por ello quiero condicionar mi vida».
Mark se declaró culpable de una serie de cargos, entre ellos robo agravado y asalto con arma. Explicó en una entrevista que cometió el crimen »para obtener dinero suficiente para traer a casa. Necesitaba ayudar a mi novia embarazada y a mi mismo, pues nos echaron de casa de sus padres y no teníamos un hogar donde vivir».
13 Comments
Leave a Reply