Su nombre real es Spoticus, no patrulla las calles y no es un perro antiexplosivos. El pequeño Spot apoya moralmente a los agentes después de los largos días de lucha contra el crimen en las calles.
Fue adoptado por Stephanie Gonzales, una especialista de prevención contra el crimen del Wood Cross Police Departament en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos. Decidió llevarlo para que sus compañeros de trabajo lo conociesen y el pequeño Spot causó sensación.
Un día uno de los agentes llegó a la comisaría de muy mal humor debido a una llamada y nada más entrar, Spot lo recibió feliz y corrió a jugar con él. A raiz de ese momento, el agente tuvo un mejor día. Como hacía eso con todos los agentes, Stephanie decidió llevarlo cada día para que Spoticus prestara su servicio de terapia emocional.
El pequeño no solo se queda en la comisaría, también acompaña a los oficiales a diferentes actividades con la comunidad, a residencia de ancianos o jardines infantiles.
(Vía: today.com)
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