Propuesta para eventuales futuros confinamientos del colectivo »VIC Innovación Urbana»: »los soldos», toldos de suelo que se abaten sobre la fachada y amplían el espacio de las viviendas, robándoselo a las calles.
De ello hablan en este artículo de El País: ¿Por qué no aumentar excepcionalmente nuestras viviendas a través del único espacio de crecimiento existente: las ventanas?
El soldo: un espacio retráctil para períodos de confinamiento: En períodos extraordinarios, como el confinamiento, los soldos se abaten de las fachadas exteriores: el único borde de la envolvente que permite «ensanchar» la casa. Una rótula inferior abate el soldo creando un nuevo espacio exterior que invade la calle (poco usada en pandemias), aumentando la superficie de la vivienda a través de un nuevo espacio accesible por ventanas.
El soldo —toldo de suelo— es un elemento levadizo adosado en fachada —o embutido— que contiene el hueco de la vivienda. El bastidor metálico plegado coexiste en la misma, mimetizado en las fachadas históricas, durante los períodos ordinarios.
Los módulos más simples contarían con cerca de 7 m² de superficie y un precio más asequible. A partir de ahí puede crecer en tamaño, prestaciones, acabados, calidades y costes. Se pueden habilitar tantos soldos como ventanas existan, combinando módulos (dobles, enfrentados), capotas, colores y materiales.
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