En Arabia Saudí quieren construir una ciudad de 170 km de largo por 200 metros de ancho encerrada en dos muros de espejo de la altura del Empire State…
Se trata del «Mirror Line» o «The Line», un rascacielos horizontal que medirá 170 kilómetros de largo y casi medio kilómetro de altura. No es el sueño de un estudiante de arquitectura bajo el efecto de drogas psicotrópicas, sino un proyecto real que costará un billón de euros y podría estar en pie en ‘solo’ 50 años.
Un billón de euros que pagará el Gobierno de Arabia Saudí, según un reportaje del ‘Wall Street Journal’, a instancia de Mohammed bin Salman, el dictador árabe que quiere que su país deje de depender del petróleo. Su apuesta para conseguirlo es Neom, una ciudad cuya idea anunció en enero de 2021, quizá movido por la movilidad laboral que trajo la pandemia. En Neom vivirán en teoría cinco millones de personas y, se supone, será un gran centro económico mundial.
The Line es un edificio singular, no una serie de edificios consecutivos ensamblados uno al lado del siguiente. La prueba, afirman sus promotores, es que tendrán que construir un armazón a lo largo de sus 120 kilómetros de extensión para ofrecer unos cimientos totalmente planos y horizontales donde poder levantar el edificio, compensando la curvatura de la Tierra, que se arquea unos 20 centímetros por kilómetro.
No habrá coches ni contaminación, aseguran. Sus dos bloques paralelos —cada uno de 488 metros de altura, más de 40 por encima del Empire State Building— unirán el golfo de Aqaba con el desierto a través de una cadena montañosa. En el desierto habrá algo que llaman ‘aerotrópolis’, un suburbio de Neom construido en torno a un aeropuerto futurista que unirá a la nueva ciudad con el resto del mundo. En total, serán 170 kilómetros de longitud, una distancia equivalente al trayecto de Madrid a Valladolid.
Según la información del ‘Wall Street Journal’, que ha tenido acceso a cientos de páginas de documentos que describen el proyecto en detalle, la ciudad contará con un sistema de trenes de alta velocidad subterráneos que conectarán una punta del Mirror Line con la otra en solo 20 minutos.
El rascacielos horizontal tendrá enormes jardines por todas partes, así como granjas verticales donde cultivarán las verduras y frutas que consumirán sus habitantes. El edificio también tendrá su propio estadio de fútbol y, en la parte del golfo, debajo del armazón que sostiene el edificio, habrá un puerto deportivo cubierto.
The Line:
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