Melissa Brunning, una mujer de 34 años de edad, perdió un dedo durante sus vacaciones en Australia cuando estaba dando de comer a un grupo de tiburones. La mujer estaba en una excursión en barco en la que se podía alimentar a tiburones con la mano. Uno de ellos la agarró y la arrastró al agua.
La mujer explicó después que sintió una enorme presión en el dedo y que sintió como si le triturasen el hueso.
Al parecer, la zona a la que fue arrastrada por el tiburón está habitada por cocodrilos de agua salada que pueden llegar a pesar más de una tonelada.
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