Tres influencers rusos han sido condenados a tres años y seis meses de prisión por una broma en la que simularon robar un coche de tipo Uber. La condena deberán cumplirla «en una colonia penal de régimen general», lo más parecido a la actualidad a los temibles centros de detención o gulag, con unas condiciones muy duras.
Los tres tienen cuentas en diferentes redes sociales con millones de seguidores en las que hacen bromas o aparecen luciendo todo tipo de lujos. Ayin Tussupov, que actualmente tiene más de 1,2 millones de seguidores solo en Instagram, es uno de los condenados.
El día de los hechos los tres llamaron a un coche tipo Uber y mientras dos de ellos subieron al coche, el tercero pidió que el conductor le ayudara a meter unas bolsas en el maletero. Cuando bajó el chófer, los influencers de dentro se marcharon conduciendo el coche.
Y aunque tardaron pocos minutos en volver y explicar que era una broma, el conductor ya había llamado a la policía y les estaban esperando, por lo que fueron denunciados y ahora, condenados.
La condena deberán cumplirla en un complejo a unos 500 km de Moscú, en un lugar en el que hay unos 800 presos más, hacinados en barracones de unas 100 o 120 personas, que solo cuentan con un retrete y un lavabo por barracón, según informaba el medio Mmorpg.
Los barracones, construidos hace medio siglo, estaban preparados para 50 personas, por lo que duplican de largo su capacidad.
La dureza de la sentencia puede tener que ver con el hecho de que ya habían tenido avisos por sus bromas pesadas. Uno de los condenados, Ramir Khasanov, ya había tenido apercibimientos legales en Kazajstán, cuando en marzo de 2020 asustó a los pasajeros del metro de Alma-Ata tosiendo exageradamente en un vagón, llevándose a la boca una servilleta con sangre falsa, en plena ola de la pandemia.