Los responsables de un supermercado Carrefour de Pernambuco, en Brasil, taparon con sombrillas a un trabajador que murió de forma repentina en la tienda por un infarto.
Los responsables taparon con tres sombrillas a Moisés Santos para no tener que cerrar hasta que llegasen los servicios funerarios y que los clientes no se diesen cuenta de la desgracia y siguiesen comprando.
Un cliente sacó una foto y el incidente se hizo viral en las redes sociales.
Carrefour no tardó en pedir disculpas oficialmente: «Carrefour pide disculpas en relación a la forma inadecuada en que trató el triste e inesperado fallecimiento del señor Moisés Santos, víctima de un ataque cardíaco, en la tienda de Recife (Pernambuco). La empresa se equivocó al no cerrar la tienda inmediatamente después del hecho, a la espera del servicio funerario».
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