Un turista británico grabó el momento en el que partes de un Renault Megane que estaba aparcado frente a una playa de Caorle, en el norte de Italia, se derretían debido a las altas temperaturas.
Espejos retrovisores, parachoques, los protectores de los faros y otros materiales de plástico se derritieron. Ocurrió el pasado 11 de agosto cuando la temperatura era de 37ºC.
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