Un error de un vigilante de seguridad de la empresa que Correos tiene subcontratada provocó que las tres cartas con amenazas y balas dirigidas esta semana al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, llegaran a sus destinatarios.
Según una investigación abierta por Correos, el vigilante no reparó en las balas en el escáner, a pesar de que estas se veían en la imagen.
Los cartuchos tendrían que haber sido detectados y haberse avisado a la Policía pero, debido a este error, las misivas amenazantes terminaron llegando a sus destinatarios.
El responsable de seguridad de Correos destaca que este fallo está tipificado como un “incumplimiento muy grave” por parte de la empresa privada concesionaria del servicio, al no detectar material explosivo en una carta. Correos ha decidido la apertura de un expediente a la empresa subcontratada, así como el “apercibimiento más severo” por el “incumplimiento” en que se ha incurrido, y por el “daño a la imagen, prestigio y buen nombre” de Correos.
Además, Correos ha solicitado la “retirada inmediata del servicio en nuestra Empresa del vigilante de seguridad” que operaba en el escáner “sin que fuera capaz de identificar los proyectiles que portaban” las cartas.
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