Russell Jones, dueño del perro, sufrió una lesión en su pierna derecha y tuvo que utilizar muletas durante un tiempo para moverse. Lo curioso es que se dio cuenta de que su perro empezó a actuar como si una de sus patas estuviera mal. Parecía que no podía pisar bien.
Russell decidió llevar al animal al veterinario para hacerle un chequeo y en total se gastó unas 300 libras. Cuando le dieron el resultado de las radiografías se encontró con que al animal no le pasaba nada. Siempre estuvo bien y lo que hacía era imitarlo.
El hombre compartió el vídeo en Facebook en el que podemos ver cómo el perro fingió estar cojo para hacerlo sentir mejor. En la publicación cuenta todo lo que hizo para descubrir la verdad y aseguró que lo quiere a más que nada en la vida.
8 Comments
Leave a Reply