Luken es un niño de cinco años de Bedia, un pueblo de Bizkaia. El pequeño le contó a su padre que sus compañeros se burlaban de él porque le gusta pintarse las uñas. Tras enterarse de esto, Jesús, su padre, se ha pintado las uñas con él y ha publicado las imágenes en su página de Facebook en un post de denuncia.
Esto es lo que escribió el padre:
»A mi HIJO le encanta pintarse las uñas y yo le apoyo dejando que me las pinte a mi.
Lo hago, debido a que últimamente pide que se las limpiemos antes de ir al colegio porque algunos de sus compañeros de clase de 5 AÑOS se burlan y comentan que es una niña o un mariquita y el se pone triste.
Intentamos convencerle de que el problema lo tiene el que mira sin ver, pero es duro verle así.
Aunque lo que mas me entristece a mi, es el estado del cerebro de esos niños que sin duda están siendo encauzados hacía unas ideas retrógradas, anticuadas y sexistas.
Pido a los padres que piensen en el tipo de ideas que están implantando en esos cerebritos en pleno desarrollo y que cicatrices les van a provocar. Además de lo que va a costar borrarlas, si es que es posible.
Vivan las uñas de colores.
Viva Luken»
(Vía)