La semana pasada un enorme agujero de 30 metros de ancho y 15 de profundidad se abrió en una calle del centro de Fukuoka, en Japón. Las causas aún se están investigando, pero al parece podría tener que ver con las obras cercanas.
El derrumbe ocurrió en plena noche y por suerte en ese momento no pasaba ningún peatón ni ningún coche.
Las autoridades de la ciudad se pusieron manos a la obra y en unas 48 horas, una cuadrilla de operarios repararon todo: Cañerías de gas, electricidad, desagües, rellenaron el agujero con toneladas de cemento y arena, repavimentaron la calle, reconstruyeron las aceras, colocaron nuevos semáforos y torres de iluminación.
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