Milagros, una vecina de Torrelavega, en Cantabria, se quedó encerrada el pasado viernes 25 en el bazar chino de su barrio después de que su dueño cerrase el local sin darse cuenta de que la mujer, de 87 años, aún permanecía dentro.
La mujer se acercó como pudo a uno de los escaparates para intentar que algún peatón se diese cuenta de que se había quedado encerrada. «Me costó un poco llegar al escaparate porque estaba todo muy oscuro y tuve que ir tocando todo para llegar hasta allí», explicaba.
«Cuando se llenó todo de gente, pasé un poco de vergüenza», indicaba la mujer, que estuvo en torno a una hora atrapada dentro del local hasta que por fin la guardia civil llegó al lugar y se encargaron de llamar a un cerrajero para abrir la puerta del local.