El pasado 16 de agosto de 2021 en la Rua Raíña de Lugo tuvo lugar esta conversación entre Alejandro y un agente de policía:
ALEJANDRO— Si quieres no me preocupo por la gente.
AGENTE—Si quiere.
ALEJANDRO— Si quieres.
AGENTE— Va a ser usted sancionado por falta de respeto a agente de la autoridad.
ALEJANDRO— ¿Por qué? ¿por tratarle de tú en vez de de usted? ¿Cuál es el motivo de la denuncia?
AGENTE— Falta de respeto, porque usted me tiene que tratar de usted.
Esta situación se dio a raíz de la preocupación que Alejandro manifestó ante la intervención de tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) a un hombre malabarista polaco que estaba en la calle realizando burbujas de jabón, persona que no habla ni castellano ni gallego y que es conocido por los vecinos del barrio.
Alejandro, tras preguntar a las personas que estaban alrededor, se acercó a los agentes para ver si había pasado algo, ya que el malabarista no estaba entendiendo la situación, y les dice que ninguna ordenanza recoge que sea ilegal lo que esta persona estaba haciendo. En ese momento le piden el DNI y le dicen: «Lo que estemos hablando con este señor no le incumbe a usted para nada, somos la policía y estamos haciendo nuestro trabajo». Alejandro les respondió con «si quieres no me preocupo por la gente» y se produjo la conversación ya transcrita.
Seis meses después del suceso, el 4 de febrero de 2022, Alejandro recibió una sanción grave de 601 euros (300,50 con la reducción a pronto pago del 50%) por «negarse a identificar y abandonar el lugar», «siempre en una actitud desafiante». La sanción conforme al artículo 36.06) de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo , de protección de la seguridad ciudadana, con multas de 601 a 30.000 euros.
Alejandro cuenta a ABC que decidió denunciar a los agentes implicados por «actuar con mala fe» y «mintiendo». Esta denuncia fue archivada en primera instancia al considerar que «los hechos que resultan de las anteriores actuaciones, de los que no resulta debidamente justificada la perpetración del delito que las dio origen». Relata: «En comisaría siempre me dieron largas para interponer la denuncia contra los agentes, cuestión que también está en los juzgados. Una de las frases del agente que me atendió en comisaría ese mismo día, cuando tuve que ir a recoger la copia de la denuncia, fue «que se buscase otra actividad», refiriéndose al malabarista, como si esto fuera una elección, porque básicamente esta persona, y quizás su único delito, fuese ser pobre.«
Finalmente Alejandro consiguió archivar la multa pero manifiesta: «si no llego a tener la grabación de este video, significaría haber tenido problemas para pagar el alquiler de mi casa, y yo no hice nada malo».
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