Ocurrió en la localidad de Loja, en Granada. La Guardia Civil detuvo a dos personas por desobediencia a la autoridad después de promover, presuntamente, una pedida de mano el pasado sábado en una barriada del municipio en la que se juntaron más de cien personas en pleno estado de alarma.
Esta investigación todavía está abierta y esperan identificar a más personas para notificarles la correspondiente sanción.
La policía fue avisada por los ruidos molestos y la aglomeración de personas en una zona de la calle Lepanto. Una vez personados allí un par de agentes les informaron de que debían disolver porque el estado de alarma así lo estipula. No pudieron hacer más porque eran pocos efectivos y había unas 100 personas y muchos de ellos en estado ebrio.
Los policía volvieron a la jefatura y reunieron al máximo de policías y guardias civiles y se presentaron de nuevo en el lugar tres patrullas de la guardia civil de Zagra, Montefrío y Loja, así como otro número similar de agentes de la policía local que se sumaron al dispositivo pese a estar de descanso.
El numeroso grupo de gente reunida decidió poner fin a la fiesta e irse cada uno a su casa.
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