El pasado sábado una mujer de Zaragoza decidió, harta de los gritos de tres menores de edad, bajar a la calle y amenazarles con una pistola Táser. No era lo único que esgrimió, ya que consigo llevaba una extensible y hasta un puño americano. La sexagenaria acabó detenida por la Policía Nacional.
Si lo que quería la mujer era poder descansar en su casa, su actitud provocó todo lo contrario puesto que acabó durmiendo en los calabozos de la comisaría Actur de la capital aragonesa. Ya el domingo fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza que, en funciones de guardia, acordó la libertad provisional, si bien le retiró el arma.
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