»¿Quién carallo necesita una tumba destrozada pudiendo tener un merendero de piedra pulida?» esto es lo debieron de pensar unos operarios gallegos que transformaron un dolmen de 6.000 años de antigüedad en un merendero de hormigón. Ocurrió en el Concello de San Cristovo de Cea, provincia de Ourense.
Los ecologistas de Carballiño ha puesto el grito en el cielo. El monumento funerario estaba registrado en el Catálogo de Bienes Culturales de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia.
Esta destrucción del túmulo neolítico, conocido tradicionalmente como mámoa, ha sido denunciada ante la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo.
Doña Cecilia aprueba la reforma.
(Vía)
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