Una vecina del pueblo de Rañadoiro, en Asturias, ha desatado la polémica después de restaurar tres tallas románicas del siglo XV. Los expertos lo han calificado como un »desastre absoluto».
Las imágenes son una talla de Santa Ana acompañada por la Virgen y el Niño, una segunda que representa a María y Jesús y, la tercera, una de San Pedro.
Las tres tallas se encuentran ahora pintadas con colores vivos. Una vecina del pueblo decidió, con permiso del párroco, arreglar las figuras sin tener ninguna preparación en restauración. «Yo no soy profesional, simplemente las figuras estaban horrorosas y las quise pintar para ponerlas mejor», ha explicado la mujer.
La vecina se llevó las figuras a su casa para pintarlas con la mejor de las intenciones pero sin ningún criterio profesional. Ahora, el anterior restaurador ha pedido responsabilidades.
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