Tristán es un hombre jubilado de Salamanca que cerró la terraza de su casa para entre otras cosas, proteger la vivienda de las deposiciones de los pájaros. El hombre pidió permiso a la comunidad e hizo la obra dentro de la normalidad. Pero ahora, tres años después, el vecino de arriba denunció el cerramiento (que le había costado 6.000 euros) y el Ayuntamiento ha impuesto a Tristán una multa de 18.000 euros.
Al recibir la denuncia, Tristán retiró el cerramiento con la intención de que le quitasen la multa, pero no se la quitaron. ¿Qué fue lo que hizo el hombre? Pues empezó a localizar vecinos de la ciudad con la terraza cerrada y formuló cerca de 800 denuncias, provocando un problema urbanístico en la ciudad.
(Vía)
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